La sauna, milenaria tradición, constituye un elemento clave en la vida social finlandesa. Lugar de reunión con amigos o familiares, el final feliz a una tarde de ejercicio moderado o simplemente una escapada obligada para combatir el estrés de una larga y oscura jornada de trabajo.
Variadas son las excusas para agarrar la toalla y sudar la gota gorda, por amor al arte, que es como más se disfruta este acto de penitencia para algunos y placer para otros. Deleite de jóvenes y ancianos, la sauna es una experiencia cien por cien gratificante.
Disponible 12 meses al año, se puede combinar con un remojón en el lago, helado o no, o con una tarde de cervezas y amigos. Saunas de humo o eléctricas, cada cual tiene su opción preferida.
Varios mitos rodean a la sauna y a sus bondades o maldades. Cierto es que de antaño era el lugar donde las mujeres daban a luz, dada la dificultad de los agentes nocivos para sobrevivir a tales temperaturas. Reconocidas son también sus propiedades terapéuticas, en pequeñas dosis y sin mezclarla con alcoholes, como ocurre a menudo.

Junto al lago, el mejor lugar para la sauna
La sauna es un lugar que no entiende de géneros, lleno de magia y leyendas que aún hoy se transmiten de generación en generación. Y no sólo a los finlandeses les gusta la sauna. De forma progresiva este invento se fue extendiendo por los países bálticos y nórdicos, para luego convertirse en algo global, que uno puede disfrutar, esté en Pekín o en Albacete. Es difícil encontrar un país en el que uno no pueda disfrutar de una buena sauna.
Hay empresas que vieron venir el negocio y se dedican ya a la exportación de saunas prefabricadas. Se comercializan junto a ellas toda una amplia gama de productos para la sauna, como aceites, jabones y utensilios varios.

¿Qué mejor que una sauna en medio de un lago helado? Fuente
Es cierto, la sauna es una verdadera institución entre los finlandeses y rara es la casa o edificio que no tiene su propia sauna.
Aparte existe en cada pueblo o ciudad la sauna pública, que suele ser cerrada pero acristalada , con piscinas de agua caliente casi hirviendo y piscinas o agujeros superhelados.
Tanto en las saunas privadas como en las públicas hay que entrar completamente desnudo. Bueno asi era antes,no se ahora, y la persona encargada te decía ¡¡ Housut pois ¡¡ o sea, bañador o calzoncillos fuera ¡¡¡, y claro, tu pudor te hacía enrojecer ante tantas miradas. Pero luego te acostumbras.
La sauna consta de un cuartito de madera que en su interior tiene una especie de gradas en varios escalones y alturas, un recipiente con piedras especiales calientes por leña o electricidad, un cubo de madera con agua, un gran cucharón para echar agua a las piedras, y unas ramas que no recuerdo su nombre, pero con las cuales el que está detrás de ti te golpea ” suavemente” en la espalda para reactivar la circulación.
Mientras mas alto estés en las gradas, mas calor sufrirás, sudas como un obrero de la construcción en pleno mes de Agosto y tras unos minutos tienes que salir corriendo y tirarte a un lago cercano cuyas aguas están superfrías por lo menos a 2 grados sobre cero, no debes permanecer en el agua sino un minuto, y luego salir corriendo otra vez a la sauna para evitar que pilles una pulmonía.
Existe la mala costumbre de tomar cerveza o alcohol dentro de la sauna, lo cual es peligroso , no es de sorprender la gran cantidad de infartos que sufren los finlandeses por esa causa.
Se te limpian los poros de la piel y eliminas muchas toxinas, pero tambien muchos pelos de tu cuerpo. De hecho, apenas encontré finlandeses con pelo en el pecho, suelen ser todos lampiños.
La sauna, un lugar muy agradable donde compartir y charlar con tus nuevos amigos finlandeses.