Una de las cosas que más me molesta cuando regreso a España desde Finlandia es la cantidad de mierda de perro que hay en las aceras y en los lugares públicos en general. Hablo sobre todo de Barcelona, donde paso la mayor parte del tiempo. ¿Por qué? ¿En Finlandia no hay perros? ¿La caca de perro finlandés es más agradable de recoger? No, no lo es.
Perros en Finlandia: una vida de perros
Ser perro en Finlandia no debe ser fácil. El clima, excepto para algunas razas, te obliga a pasar mucho tiempo en casa y a tiritar de frío cuando das tu paseo matutino. Recuerdo ver a pequeños perrillos saltando a los brazos de sus dueños después de andar varios minutos sobre el hielo. Y es que el hielo está muy frío.
Lo que está claro es que los finlandeses sacan sus perros a pasear, en verano y en invierno. Y lo que queda claro si te das un paseo por la calle de cualquier ciudad es que no es tan común pisar un pastel por accidente.
Más conciencia, más soluciones
En general, creo que se trata más de un tema de conciencia. Molestar a los demás es algo que, en general, se intenta evitar. Desde el ruido al tema de los perros, los finlandeses son muy cuidadosos en lo que tiene que ver meterse en la vida de los demás. En consecuencia, molestar y entrar en conflicto son cosas que se intentan evitar.
La naturaleza es también otro de los bienes sagrados. Y, aunque la naturaleza incluye a los perros, no quiere decir que se les tolere cualquier cosa. Al contrario, en las ciudades se suelen encontrar espacios dedicados para llevar a los perros y, en general, su entrada está restringida, por ejemplo, en los parques infantiles. No hablamos de los enanos Pipi-can que se popularizaron hace unos años, sino de lugares grandes, agradables y pensados para perros y sus dueños.
Resulta chocante, por ejemplo, ver cómo en Tampere existe un recinto cerrado para perros dentro de lo que, en España, sería un lugar donde los perros camparían a sus anchas. ¿El resultado? El espacio verde es para las personas (sin riesgo de sentarse sobre un excremento) y los perros tienen un buen, amplio y seguro lugar para correr.
Los parques, para las personas
Tumbarse sobre el césped a tomar un picnic o simplemente a dormir la siesta requiere en muchas ocasiones hacer un examen preliminar. No sólo cacas de perro, sino que es habitual encontrar cualquier tipo de basura en los parques. Por suerte, parece que poco a poco va cambiando, pero aún nos queda mucho por recorrer.
Un parque, no de Finlandia, sino de muchos otros lugares más concienciados, es un lugar para disfrutar y que hay que cuidar. Esperemos que poco a poco lleguemos a algo similar y no haya que ir mirando bajo los árboles antes de sentarse.
Nuestros agradecimientos a Riva, por las preciosas fotos de su perrita Heidi.